Su proceso
 

RESEÑA HISTÓRICA





Colombia cuenta con uno de los movimientos de Bandas de música más numerosa, diverso y dinámico de América Latina. Estas agrupaciones que surgieron en el país a finales del XVIII, no solamente han sido las principales animadoras de las festividades (religiosas, actos protocolarios, etc.), sino que han representado desde sus inicios un espacio simbólico de autorreconocimiento y pertenencia de gran valor cultural para cientos de localidades en todo el territorio nacional.

El proceso sociocultural que ha

generado el movimiento de bandas en nuestro país, se ha expandido a todas las regiones. Las bandas de músicos de viento, además de ser un proyecto de gran valor musical, posibilita el vínculo de los actores sociales de las localidades orientando y proyectando sus tradiciones y nuevas propuestas culturales.

 

 

Por estar arraigadas en el imaginario colectivo desde hace mas de dos siglos y por haberse constituido en parte fundamental de la institucionalidad local y ser una herramienta de integración comunitaria, trasciende las fronteras étnicas, políticas, económicas y estéticas y son una oposición cultural importantes para el país. Cada día en una nueva comunidad y municipio son apropiadas y recreadas por comunidades de todas las edades y ámbitos socioeconómicos.

 

 

En la actualidad, las bandas de viento en nuestro país significan para los jóvenes oportunidades de desarrollo en un proyecto de vida alrededor de la música, en tanto son en si mismas plataformas de un proceso artístico y formativo.

 

 

Según información recopilada por el área de música del mincultura existen en la actualidad aproximadamente 1215 bandas ubicadas en 838 municipios de todos los departamentos, lo que significa el 76.4% de los municipios existentes tienen bandas. De estas agrupaciones se estima que cerca del 85% son juveniles e infantiles y el otro 15% son bandas de músicos mayores urbanos y campesinos, como en el caso de las bandas de la región de las sabanas, de la región Caribe, Nariño, Huila y Tolima, en donde hay agrupaciones integradas por músicos formados en la tradición bandística.

 

 

Este movimiento vincula a cerca de 42.000 niños y jóvenes la mayoría de extracción semirural y de los estratos1, 2 y 3. Sin embargo, la población involucrada alrededor de esta práctica se extiende al núcleo familiar de sus integrantes y a los públicos que participan en las actividades de divulgación (retretas y conciertos) de estas agrupaciones.